Fuente: hibridosyelectricos.com
Imagen: Priscilla Du Preez en Unsplash
La irrupción de los coches eléctricos y del auge de los coches chinos es imparable. La gran ventaja de los fabricantes chinos es que son ellos mismos los que fabrican las baterías que también venden al resto de fabricantes de vehículos.
El pasado 2024 nos trajo una bajada importante en el precio de las baterías de los vehículos, aunque esa bajada no haya sido de forma homogénea. En China esta bajada fue de alrededor del 30%, mientras que en Europa y Estados Unidos fue de entre el 10% y el 15%. Estos datos encajan con el concepto anterior de que ellos mismos son fabricantes de baterías y marcan así una ventaja añadida en su postura en el mercado.
Paradójicamente los datos arrojan que los precios de las baterías han variado dependiendo del tipo de vehículo en que van montado, es decir, el coste de una batería de 20 kWh para un híbrido enchufable tiene
El precio de un cambio de baterías
Una revisión de fuentes especializadas revela grandes diferencias de precio en el cambio de la batería ya que depende del tipo de vehículo, la garantía, la tecnología y las posibilidades de reparación o reacondicionamiento.
Todo está en la escala. Todas llevan elementos comunes como el sistema de gestión de batería independientemente del volumen total de la batería. Las baterías de los híbridos tienen que ser más compacta al compartir espacio con los elementos del motor de combustión o los 100% eléctricos requieren baterías de celdas de mayor capacidad para poder suministrar tanta energia. Estos condicionantes elevan el coste por kWh.
Una estimación de GreenHomePress sitúa el precio de reemplazo entre 5.000 y 20.000 € dependiendo del modelo, capacidad del pack y marca del vehículo. Por ejemplo, la batería de un Renault Scenic de 60 kWh puede llegar a 25.000 €, la de un Tesla Model Y supera los 11.250 € y en vehículos compatos de entre 50 y 60 kWh estará entre los 6.300 y los 113.40 €.
Los híbridos, al llevar baterías más pequeñas, su coste es menor, situándolo entre los 1.000 y los 6.000 €. Por ejemplo, en un Toyota C-HR su precio puede estar rondando los 3.000 €.
Sin embargo, el mercado siempre busca sus alternativas y aquí no iba a ser menos. Ya existen empresas que reparan módulos defectuosos o los sustituyen, evitando el remplazo completo de la misma, reduciendo mucho el coste total.
También existen baterías reacondicionadas o de segunda mano, con precios que oscilan entre 1.000 € y 3.000 €, aunque con menor garantía.
Estudios predicen que para el año 2030 el coste de una batería de 90-100 kWh estará entre los 3.200 y los 4.800 €, precio incluso menor que el de una reparación importante de un motor de combustión. Siempre sin tener en cuenta el coste de mano de obra.
Aunque cambiar toda la batería de un coche eléctrico sigue suponiendo un coste elevado en modelos premium (hasta 20.000 € o más), los eléctricos de gama media o compacta suelen requerir entre 5.000 y 10.000 €. En híbridos, el cambio completo rara vez supera los 6.000 €, y muchas veces basta reparar partes del sistema por mucho menos.
Baterías de camiones: más grandes pero más baratas
El gran tamaño de las baterías de camiones hace que se pueda reducir su coste, llegando incluso a ser más baratas que las de un vehículo familiar.
En Europa, apenas ha nacido el mercado de camiones eléctricos frente a lo asentado del mercado Chino, hace que en Europa el precio de las baterías de camiones pueda llegar a ser del doble de las instaladas en los camiones europeos.
Las baterías y sus composiciones internas
Otro elemento diferencial está en la química de las baterías. En China, la tecnología dominante es la de fosfato de hierro y litio (LFP), mientras que en Europa y EE. UU. aún se apuesta mayoritariamente por las baterías NMC (óxido de litio, níquel, cobalto y manganeso).
Las LFP son casi un 30% más baratas por kWh que las NMC. Aunque estas últimas ofrecen una mayor densidad energética (almacenan más energía en menos espacio y peso), la diferencia se ha reducido con el tiempo. A modo comparativo, los paquetes LFP tienen una densidad energética aproximadamente un 20% menor en masa (Wh/kg) y un 33% menor en volumen (Wh/L), pero pueden cargarse hasta el 100 % sin degradación significativa. Las baterías NMC, por el contrario, suelen limitarse al 80 % para preservar su vida útil