Fuente: elmundo.es
Pese al principio de acuerdo en prohibir la venta de vehiculos de combustión interna a partir de 2035 en la Unión Europea, la situación de los combustibles sintéticos o no fósiles hace que la situación se comnplique, complicando la aprobación definitiva de esta nueva normativa.
LA presidencia rotatioria del Consejo de la UE que ostenta actualmente Suecia, ha decidido sacar de la agenda de la reunión de ministros del próximo martes la aprobación definitiva de lay que impediría la venta de vehículos de combustión interna a partir del año 2035. Todo ello motivado por el bloque del Gobierno alemán y las dudas de otros países como Italia, Hungría y Polonia.
Todo hacía pensar que la aprobación de esta ambiciosa y polémica normatica estaba prácticamente cerrada, pero el bloqueo de Olaf Scholz hace que la aprobación no se lleve a cabo, al menos por ahora.
Para que pueda producirse un bloqueo como este, se necesita una minoría de al menos cuatro países y que constituyan un peso muy importante de la población del continente. Por eso que Alemania se sume al bloqueo lo hace posible y da fuerza a la postura de los otros tres países.
¿Y los combustibles no fósiles o sintéticos?
Inicialmente el planteamiento de esta normativa es prohibir la venta de estos vehículos independientemente del origen del combustible que utilicen, incluidos los actuales vehículos híbirdos.
A la rigidez de esta normativa se contraponen una excepción y una promesa de estudio. La primera es la excepción llamada comunmente la "Enmienda Ferrari" donde se pueden salvar de estas restricciones ciertos fabricantes de lujo con pequeña cuota de mercado o pequeña producción (debido a las presiones del Gobierno italiano); la segunda es la promesa de Ursula Von der Leyen a Olaf Scholz de que estudiarían sacar de las restricciones a los combustibles sintéticos o e-fuels, obtenidos de energías renovables y no fósiles y al no haber conducido a nada ha propiciado el paso atrás del Gobierno alemán.
La presidencia sueca ha decidido posponer la decisión de los ministros para dar tiempo a que Bruselas y Berlín puedan entenderse y llegar a un punto de acuerdo que desbloquee esta aprobación.
El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, está trabajando con los técnicos alemanes y su embajada. Al mismo tiempo, la presidenta Von der Leyen acudirá a Berlín para intentar resolver la disputa en un encuentro bilateral con el canciller.
¿Por qué este veto a la aprobación?
Los países que han alzado la voz oponiéndose a esta normativa son países fabricantes de vehículos que consideran que esta normativa es un suicidio en cuanto a las puestos de trabajo que se perderían y al descalabro económicos que supondría a sus países.
Estos países entre los que están Italia, Hungría, Polonia o República Checa necesitan que un grande como Alemania se una a ellos para poder vetar la aprobación de esta normativa. Ya veremos cómo acaba redactada la norma, las restricciones, las fechas y las exenciones.