Fuente: Coches.net
El renting es un contrato de alquiler a medio plazo aplicado sobre bienes de alta depreciación, como son los vehículos.
No hay que confundirlo con el leasing que son alquileres de mayor duración, donde el cliente suele acabar adquiriendo el bien alquilado ya que busca una inversión.
Las ventajas de conducir un coche por renting
Puede llegar a considerarse casi un todo incluido, donde el cliente paga una cuota fija al mes y exceptuando el combustible, multas y daños ocasionados por un mal uso o negligencia, tiene cubierto el seguro, los impuestos, revisiones e inlcluso el cambio de neumáticos.
El cliente utilia el vehículo como si fuera de su propiedad, aunque oficialmente el coche es propiedad de la empresa de alquiler.
Una vez finaliza el contrato, se puede prorrogra, devolver el vehículo, cambiarlo por otro e incluso negociar su adquisición.
Las "otras ventajas" para empresarios y autónomos
Entre las ventajas que supone para los autónomos y empresarios esta fórmula, tiene mucho peso la económica.
Por un lado se controlan mejor los gastos, ya que todos los meses se paga la misma cantidad, sin sorpresas por mantenimientos o reparaciones.
Pero fiscalmente tiene ventajas que lo hacen aún más atractivo. El IVA de las cuotas mensuales se desgravar hasta un 100% siempre que se demuestre su uso meramente profesional y el importe de las propias cuotas puede deducirse como gasto directo en el Impuesto de Sociedades o IRPF.
Fuera del aspecto económico, tiene el atractivo de poder sustituir el coche sin sobrecostes cada cierto tiempo, evitando el envejecimiento de la flota de vehículos de la empresa.
Últimamente los concesionarios de vehículos están ofreciendo a los clientes particulares la alternativa del renting a la compra diracta del vehículo. Esta nueva opción está teniendo bastante buena acogida, principalmente debido a la inestabilidad en el mercado ante las restricciones a los vehículos de combustión, la esperada llegada del eléctrico y la incertidumbre económica y laboral actual.